La idea tiene lógica en un país donde se realizaron 34,7 millones de operaciones de ecommerce durante el primer semestre del año pero apenas el 37% de los compradores optó por el envío a domicilio.

Según la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el 57% prefirió retirar sus paquetes en puntos de venta y otro 6% en las oficinas del correo. Ahora, la empresa Hop (que tiene una licencia de correo emitida por el Enacom) busca hacerse un lugar en este mercado que movió $97.892 millones entre enero y junio.

Su propuesta: montar un negocio de distribución de paquetería en 24 horas que suma puntos de entrega no tradicionales, como kioscos y, ahora, estaciones de servicio.

La red de Hop consiste en unos 40 kioscos de la cadena 365 y cinco estaciones (en modalidad de prueba piloto). El servicio está focalizado en las áreas de Microcentro, Recoleta, Palermo y partes de las zonas Norte y Sur de la provincia. Hacia finales de año, la expectativa es contar con 100 puntos de entrega habilitados, cifra que subiría hasta 200 en 2019 y 350 en 2020. Damián Navarro, gerente de Negocios de la firma, reveló que en los próximos meses también empezarán a explorar oportunidades en el resto del país, dado que " el interior no está bien atendido por los correos tradicionales".

Por el momento, Hop trabaja con Bonvivir (el club de vino con más socios del país) y las casi 45 marcas de indumentaria, accesorios y colchones que usan la plataforma de compras electrónicas de Glamit. ¿Cómo funciona? Los puntos de entrega son capacitados en esta nueva tarea a través de una app y pueden personalizar la cantidad de espacio del que disponen para no verse saturados por los envíos."El 90% de nuestros puntos de entrega funciona de lunes a domingos, las 24 horas.

Buscamos que los usuarios que hacen la compra tengan alta flexibilidad para hacer su retiro", agregó Navarro. Hacia futuro, la firma trabaja en alianzas con otros portales de comercio electrónico y bancos para ampliar la variedad de productos que se pueden retirar en esas incursiones nocturnas por chocolate y recargas del celular.

Fuente: Andrés Krom - Diario La Nación